La válvula termostática junto con el cabezal termostático, instalado en cada radiador, gestiona automáticamente el flujo de agua caliente en el mismo, de manera que se mantiene una temperatura constante en cada una de las habitaciones en las que ha sido instalada.
Al girar el mando, se puede establecer los rangos de temperatura que se desea. Para ello se dispone de 5 posiciones reajustables, además de una posición de protección contra heladas.
La consecución de los valores de temperatura estarán condicionados a las características y situación tanto de la vivienda como del propio radiador.
Cuando la estancia alcanza la temperatura consignada en el cabezal termostático la válvula termóstatica cierra el flujo de agua caliente que entra en el radiador.
La interrupción del flujo de agua caliente será mucho más prolongada cuanto menos se enfríe en ambiente, como por ejemplo, si no se abren las ventanas dejando pasar el aire frío.
El radiador, una vez alcanzada su temperatura de consigna, comenzará a enfriarse en su parte inferior, manteniendo durante más tiempo el calor en la parte superior.
Diferentes opciones para diferentes formas de vivir tu hogar.
Existen en el mercado una amplia gama de cabezales que se adaptan a las necesidades de cada ususario:
Toma el control de tu calefaccion: puedes regular la temperatura de cada estancia de forma independiente, manteniéndola constante en la temperatura adecuada.